Interpretación de la información

 

 

1. Introducción.

 

 

     Al efectuar un control y, en general, al recibir información, se debe estar atento para interpretar adecuadamente los datos recibidos. Veamos 5 ejemplos a continuación.

 

 

2. La muestra.

 

 

     Si leemos en una revista la frase: “Los componentes de la promoción de 1970 de la Universidad de Harvard ganan una media aritmética de 200.000 dólares por año.”, ¿qué conclusión podemos sacar? ¿Que conviene matricular a nuestros hijos en esta universidad?

 

     La frase tiene los siguientes puntos oscuros. El resultado se debe haber obtenido mediante una encuesta remitida por correo. No se sabe si se ha tratado de encuestar a toda la promoción o sólo a una parte de ella. Sólo deben haber recibido la encuesta una parte de la promoción, ya que otra parte debe estar en domicilio distinto del conocido por el encuestador. Algunos encuestados no contestaron por desidia. Otros encuestados declararon ganar más por optimismo o vanidad. Otros encuestados declararon ganar menos por pesimismo o por miedo al fisco. La cifra indicada termina en 4 ceros, es decir, es demasiado redonda. No se sabe si el dato es del año anterior o del presente año; el resultado es diferente debido a la inflación. No se sabe si las ganancias corresponden todas a salarios o incluyen otros ingresos.

 

     Como mínimo se debe sacar la conclusión de que la muestra ha de ser representativa para ser válida.

 

 

3. Los promedios.

 

 

     La palabra promedio referida a una variable es ambigua. Puede referirse a la moda, la mediana y la media. La moda es el valor más frecuente de la variable de una distribución; es decir, es el valor correspondiente al mayor número de casos. La mediana es el valor que divide la distribución en dos partes iguales; es decir, es el valor que tiene tantos casos de valores mayores como casos de valores menores. La media es usualmente lo que en matemáticas se llama media aritmética; pero también hay otras clases de media: la media geométrica, la media armónica y la media ponderada. Los valores de la moda, la mediana y la media sólo coinciden si la distribución de la variable es simétrica. Por ello, si se desea hablar con claridad, es preferible no usar la palabra promedio.

 

     Veamos un ejemplo de cómo se puede enturbiar la realidad con medias aritméticas. Se trata de una empresa que tiene 90 empleados con 22.000 dólares por año de salario cada uno y que tiene 3 socios con 110.000 dólares por año de salario cada uno y que se reparten 450.000 dólares por año de dividendos.

 

     Una primera manera de presentar estos datos es:

cada empleado gana 22.000 dólares por año,

cada socio gana 260.000 dólares por año;

pero esta diferencia es impresentable en una discusión de salarios con el Comité de Empresa.

 

     Una segunda manera de presentar estos datos es:

pasar 300.000 dólares por año de dividendo a salarios de los 3 socios y dejar 150.000 dólares por año de dividendo;

media aritmética de salarios en toda la empresa:

 

 90·22.000 + 3·110.000 + 300.000      2.610.000

_________________________________ = ____________ = 28.065 dólares/año

             90 + 3                       93

 

media aritmética de dividendos de cada socio:

 

 150.000

_________ = 50.000 dólares/año

    3

 

lo cual es más presentable.

 

     Una tercera manera de presentar estos datos es:

 

 

       dividendos                 150.000

_______________________ = ______________________ = 5,43 %

 salarios + dividendos      2.610.000 + 150.000

 

que se puede representar también en un gráfico como el reparto de un pastel.

 

     Veamos otro ejemplo en forma de acertijo: Una empresa puede decir que ha aumentado en 4 años la media aritmética de los salarios de los empleados en un 80 %, que no se han subido en este tiempo los salarios de los directivos y que no ha repartido dividendos en este tiempo. Pero resulta que no ha subido ninguna tarifa salarial. ¿Cómo es posible esto?

 

     Una posible solución es que inicialmente habían muchos empleados a media jornada y al final habían pocos.

 

 

4. La importancia de la dispersión.

 

 

     Esta importancia se muestra a continuación con 3 ejemplos. Supongamos que en un municipio hay una media aritmética de 3,8 personas por familia. Si su ayuntamiento se decide a promover viviendas para 4 personas, no hará buena política porque no tiene en cuenta que hay un substancial porcentaje de familias con 1, 2, 3, 5, 6 ó más personas.

 

     Supongamos que le proponen a usted ir de vacaciones a una zona en que la media aritmética anual de temperatura es de 20 grados Celsius. Si no pide más detalles al respecto, se puede encontrar con la sorpresa de que en verano suele hacer 40 grados y en invierno, 0 grados.

 

     Otro ejemplo en que ningún directivo se dejaría engañar es si le proponen la compra de una empresa que en los últimos 12 meses ha tenido 1.000.000.000 PTA de beneficio, pero que en los últimos 2 meses ha perdido 5.000.000.000 PTA.

 

     Como conclusión, se puede decir que en ciertas ocasiones hay que tener en cuenta la dispersión con que se presenta una variable.

 

 

5. El tamaño de las muestras.

 

 

     ¿Puede alguien conseguir que una moneda tirada al aire caiga las dos terceras partes de las veces del mismo lado? Es muy fácil: basta con tirarla al aire sólo tres veces.

 

     Cualquier fabricante de dentífrico puede decir que en una investigación que ha hecho de su producto durante un año, ningún usuario ha tenido caries en este período. Le basta con escoger una muestra pequeña de 10 personas para hacer la investigación; y si la investigación falla, la oculta y lleva a cabo otra; y así hasta obtener el resultado buscado. O puede hacer varias investigaciones simultáneas con 10 personas, para tener antes el resultado.

 

     Un ejemplo menos burdo sería el de una investigación para probar la efectividad de una vacuna. Se escogen 2.000 personas al azar; se vacuna a 1.000 y no se vacuna a las restantes 1.000. Se observa el resultado al cabo de un año y puede salir un resultado inesperado: ninguna de las 2.000 personas ha contraído el virus. Una posible explicación sería que 2.000 personas es todavía un tamaño pequeño porque de cada 10.000 personas sin vacunar sólo una se contagia.

 

     La conclusión es que para tener un resultado fiable, hay que tomar una muestra de tamaño mínimo adecuado.

 

 

6. Los gráficos.

 

 

     Supongamos que el Director Comercial de una empresa ha tenido las siguientes ventas mensuales en el año pasado, en millones de pesetas: 200, 204, 206, 208, 209, 210, 211, 212, 214, 216, 218 y 220; y supongamos que este Director debe mostrar estos resultados en una reunión importante. Él puede mostrar estos números en una columna de cifras y añadir que ha obtenido un aumento del 10 % en las ventas. No está mal, pero no puede decir que el 10 % es un incremento enorme porque las otras personas se darían cuenta de que las quiere engañar. Veamos como quedan las ventas con un gráfico (ya se sabe que un dibujo vale más que mil palabras):


 

    

     Este gráfico tampoco muestra un incremento de ventas espectacular. Pero hay otras 4 opciones de representación que, sin mentir, pueden dar más sensación de aumento y desorientar a un lector poco atento. Puesto que un gráfico no tiene adjetivos ni adverbios parece que no puede exagerar, por lo que da una sensación de objetividad.

 

     La primera opción consiste en recortar el gráfico por la parte superior, para dar la sensación de que ya no se puede crecer más:

 

     La segunda opción consiste en recortar el gráfico por la parte superior y además recortarlo por la parte inferior, con la escusa de ahorrar papel:

 

     La tercera opción consiste en recortar el gráfico por arriba, por abajo y además aumentar la escala de las ordenadas; esta opción es usada habitualmente por los periódicos aunque no sean sensacionalistas:

 

     La cuarta opción consiste en la tercera opción pero descuidando indicar los números de la ordenada. Muy apresurado debe ser el lector que tenga la sensación de que las ventas han aumentado muchísimo:

 

     La conclusión es que para interpretar un gráfico hay que fijarse bien en las escalas de las coordenadas y sus números.

 

 

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