La bandera de Aragón

 

 

La Fundació d’Estudis Històrics de Catalunya publicó el artículo “La bandera d’Aragó” escrito en catalán por Daniel Ibànyez y Carles Camp. Apareció en 2010-10-12 en www.histocat.cat. Con autorización de los autores, se reproduce a continuación traducido al castellano.

 

Éste es el famoso retrato de la reina Petronila de Aragón y el conde Ramon Berenguer IV de Barcelona. El original fue obra de Filippo Ariosto, pintado en 1586 para el Salón Real del Palacio de la Generalidad del Reino de Aragón y fue destruido en 1809 durante la Guerra del Francés en los asedios de Zaragoza. El que ahora se puede contemplar a todo el ancho de la página es una copia barroca.

 

 

Seria más correcto decir que “se podría contemplar” ya que del Palacio del Buen Retiro de Madrid pasó al Museo del Prado donde lo tienen convenientemente escondido en los sótanos de la institución, lejos de miradas que podrían colocar Cataluña y Aragón en el lugar que a cada uno les corresponde en la Historia[1].

 

Aquí vemos por una parte Ramon Berenguer IV con sus atributos de Conde de Barcelona bajo las armas de su linaje, es decir, cuatro palos de gules (rojos) sobre fondo de oro (dorado), y por otra parte la Reina Petronila con sus atributos reales y bajo las que, por lo menos desde el siglo XIII, se consideraban las armas del linaje real aragonés: fondo de plata (gris), con la cruz de San Jorge con cuatro cabezas de moro (así se llaman estas cabezas en heráldica) en cada uno de los cuarteles, conjunto llamado Cruz de Alcoraz que se encuentra documentada por primera vez en 1281 como divisa personal de Pere II; y considerada desde Pere III formalmente como las armas de Aragón en un momento en el que la extensión del imperio catalán, formado por diversos reinos, pedía clarificar cuales eran las armas de cada uno. Desde el siglo XIV este signo quedó ligado al linaje de la Casa de Barcelona. Y en el siglo XVI, como vemos, los mismos aragoneses sabían cuales eran las armas de su Reino, diferentes de las de Cataluña.

 

Es sabido que los reyes de Cataluña (con el título de Conde de Barcelona) y al mismo tiempo reyes de Aragón lucieron siempre su enseña catalana.

 

No se ha de caer en estériles juegos de palabras ni líos semánticos que conducen a la falsa conclusión que, por el hecho de no tener título de rey, Ramon Berenguer IV no podia ser rey ni de Catalunya ni de Aragón, y que sus descendientes sólo podían ser reyes de Aragón y no de Cataluña, cuando todos ellos fueron monarcas efectivos de ambos reinos. En la cancillería catalana, el soberano de Cataluña firmava “lo Rei” y los documentos decían “plau al senyor rei” en asuntos que sólo afectaban a Cataluña.

 

Son muy numerosos los ejemplos, desde la Edad Media hasta ahora, de múltiple reinos donde el rey no tenía este título, a pesar de serlo, y tener en cambio los títulos de Conde, Duque, Príncipe, Gran Duque, entre otros. Hoy en día, por ejemplo, el rey de Mónaco tiene el título de Príncipe, el rey de Luxemburgo tiene el título de Gran Duque, y no por no tener el título específicamente de Rey ninguno les discute que sean los monarcas de sus respectivos Reinos.

 

Haciendo un pequeño paréntesis, diremos que se debe destacar que, entre los diferentes Reinos, se cuenta el de Navarra, conquistado militarmente por Fernando II el Católico en 1512 y que la historiografía oficial siempre nos ha dicho que después de esta conquista fue incorporado a Castilla, hecho imposible porque a partir de 1512 hubieron vireyes en Navarra, figura inexistente en el Reino de Castilla. Aquí tenemos un documento gráfico que contradice la versión oficial. Es una pintura de 1681; en ella se distinguen (claramente, a todo el ancho de la página) entre las otras banderas que forman parte de la Confederación Catalana, la bandera de Catalunya y la bandera de Aragón, totalmente diferentes.

 

Esta pintura (“Apoteosi heràldica del comtat de Barcelona”) se conserva en el Museu d’Història de la Ciutat de Barcelona[2] y reproduce con detalle las armas de los territorios que en diversas épocas han formado parte de este condado. De izquierda a derecha: Principado de Catalunya y reinos de València, Mallorca y Menorca, Eivissa, Nàpols, Barcelona, Sicília, Jerusalem, Sardenya, Navarra y Aragón [© MHCB-447]. Aragón está arriba a la derecha, en pequeño, como un territorio más, representado por la Cruz de Alcoraz, tal como se ha explicado antes.

 

Estas dos pruebas gráficas, si es que nos son precisas, documentan que Aragón tenía y tiene su propia bandera, diferente de la catalana, según reconocían los aragoneses mismos cuando lucían el primer retrato en su propio Palacio de la Generalidad del Reino de Aragón en el siglo XVI; y que, por tanto, el actual uso de las cuatro barras catalanas como bandera de la Comunidad Autónoma de Aragón es una aberración[3].

 

 

Para acabar de redondear, aquí tenemos donde nacieron y donde murieron los descendientes de Ramon Berenguer IV y Petronila:

 

Alfons, el Cast (Sant Pere de Vilamajor, 1154; Perpinyà, 1196).

Pere, el Catòlic (Barcelona, 1174; Muret, 1213).

Jaume I, el Conqueridor (Montpellier, 1208; València, 1276).

Pere, el Gran (València, 1240; Vilafranca del Penedès, 1285).

Alfons, el Franc (València, 1267; Barcelona, 1291).

Jaume, el Just (València, 1267; Barcelona, 1327).

Alfons, el Benigne (València, 1299; Barcelona, 1336).

Pere III, el Cerimoniós (Balaguer, 1336; Barcelona, 1387).

Joan, el Caçador (Perpinyà, 1350; Foixà, 1396).

Martí, l’Humà (Girona, 1356; Barcelona, 1410).

 

No hay ni un aragonés en los reyes de Aragón: ¡Ninguno de ellos nació en Aragón!

 

Si a todo ello le añadimos que todos ellos tenían como casa familiar el Palau del Tinell a Barcelona, que en catalán se escribían los documentos de la Cort, excepto los que hacían referencia al Reino de Aragón que se escribían en aragonés (cuando no se usaba el latín, claro está), y que Jaume I y Pere III escribieron o hicieron escribir sus respectivas crónicas en catalán, se puede dar como cerrada la falsa polémica abierta por el nacionalismo español y otros elementos reaccionarios.

 

Aquí termina el artículo escrito por Daniel Ibànyez y Carles Camp.

 

El primer retrato se puede ver en color en:

http://es.wikipedia.org/wiki/Retratos_de_la_reina_Petronila_de_Arag%C3%B3n_y_el_conde_Ram%C3%B3n_Berenguer_IV_de_Barcelona

 

La segunda pintura se puede ver en color en:

http://ca.wikipedia.org/wiki/Fitxer:Apoteosi-her%C3%A0ldica-barcelona-1668-1681.jpg

 

El artículo 4 del Estatuto de Autonomía de Cataluña de 1979 dice: “La bandera de Cataluña es la tradicional de cuatro barras rojas en fondo amarillo.” El punto 2 del artículo 8 del Estatuto de Autonomía de Cataluña de 2006 dice lo mismo.

 

El punto 1 del artículo 3 del Estatuto de Autonomía de Aragón de 1982 dice: “La bandera de Aragón es la tradicional de las cuatro barras rojas horizontales sobre fondo amarillo.” Posteriormente se ha añadido un escudo de cuatro cuarteles.

 

El artículo “La Corona de Aragón” de Omnia número 156 de marzo de 2009 puede aclarar algunos puntos a quienes, por ser socios recientes, no hayan tenido oportunidad de leerlo. El mapa mencionado al final del artículo no apareció en Omnia 156, sino en la Fe de erratas de Omnia 158 de mayo de 2009.

 

Maximum remedium irae mora est (Séneca).

 



[1] El traductor opina que puede haber lectores que opinen que si el retrato no está a la vista, puede deberse a otro motivo.

[2] El traductor indica que está en la plaça del Rei, s.n. (Barcelona).

[3] El traductor puntualiza que la palabra “aberració” del original catalán significa “desviación, especialmente de la verdad, de la rectitud, de un principio, del estado natural, del tipo ordinario” y también “actividad mental desviada”.

 

 

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