Últimas dudas sobre el cambio climático

 

 

1. Situación de las estaciones meteorológicas.

 

Para calcular la media de las temperaturas de la Tierra, la World Meteorological Organization emplea 10.000 estaciones meteorológicas terrestres, estaciones en los mares y estaciones en satélites artificiales; por Internet, esta organización no facilita la lista de estaciones con su situación exacta. Los servicios de los meteorólogos para el público son la temperatura y demás características del aire cerca de la superficie, pluviosidad y nubosidad del día anterior; y la previsión. Esto obliga a que existan estaciones situadas en núcleos urbanos. Por otra parte, en las últimas décadas, los núcleos urbanos han aumentado las calefacciones, el consumo de electricidad doméstica y la cantidad de vehículos; esto ha provocado el aumento de la temperatura urbana independientemente de otras causas. Esto aumenta la temperatura media de la Tierra.

 

La distribución de las estaciones meteorológicas por todo el planeta no está accesible al público. Tampoco es accesible el método de cálculo de la media de las temperaturas; no se sabe si se tiene en cuenta que hay pocas estaciones meteorológicas por unidad de área en la Antártica, en Groenlandia, en Siberia y en el Sahara (en comparación con las zonas más pobladas). En la cálida África y en los mares hay más estaciones meteorológicas que en 1990. Todo esto pone en duda el valor de la temperatura global resultante.

 

2. Incendios provocados.

 

En las últimas décadas, el incremento de la población del África subsahariana junto con la falta de la técnica del barbecho agrícola han incrementado los incendios provocados para convertir bosques en tierras de cultivo. Esto aumenta la temperatura media de la Tierra.

 

3. Observaciones desde satélites.

 

Las temperaturas medidas desde satélites de las últimas décadas muestran un aumento de la temperatura en la superficie de la Tierra y una estabilidad de la temperatura en la troposfera y en la estratosfera, incluso a lo largo de las 4 estaciones del año. Mientras que los modelos globales del clima (efectuados por los científicos que concluyen que las temperaturas aumentan) indican un aumento de la temperatura de la superficie de la Tierra, de la troposfera y de la estratosfera; esto pone en duda la validez de dichos modelos.

 

Por otra parte, las mediciones desde satélite de las temperaturas en la superficie de la Tierra tienen grandes oscilaciones en períodos de 4 ó 5 años. Mientras que la concentración de dióxido de carbono en el aire sube paulatinamente; esto pone en duda una relación entre ambos fenómenos.

 

4. El IPCC.

 

El IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change) se creó en 1988; es una institución internacional que no ha efectuado directamente investigaciones sobre el clima, sino que ha seleccionado y sintetizado artículos de revistas científicas; y después ha publicado informes de los resultados en 1990, 1995, 2001 y 2007. Desde 1965 hasta 1979 se han publicado 44 artículos de revista que indican un aumento de las temperaturas mundiales y 7 que indican una disminución de éstas.

 

El cuerpo principal del  “Informe de síntesis” de 2007 tiene 989 páginas; su longitud y su tecnicismo lo hacen difícilmente abordable; por ello, el IPCC también publica un “Sumario para políticos” de sólo 115 páginas escrito especialmente para los políticos que pueden tomar decisiones (llamados “Policymakers”). Este “Sumario para políticos” es menos objetivo que el “Informe de síntesis”; en ambos documentos no se da relevancia a los artículos científicos que ponen objeciones; lo anterior pone en duda diversas facetas de los informes del IPCC.

 

La selección de los científicos del IPCC es efectuada por la Organización Meteorológica Mundial, los gobiernos participantes de la ONU y algunas organizaciones no gubernamentales. La redacción de los informes pasa por varios circuitos de ida y vuelta entre varios grupos de expertos, incluidos expertos de los gobiernos; esto pone en duda su objetividad.

 

La Antártica contiene más del 85 % del área de hielo ligado al suelo permanentemente. Sus temperaturas son tan bajas que si la temperatura de su aire aumentase 2 Celsius, no se fundiría una cantidad significativa de hielo. Por tanto, no es por aquí donde se puede justificar un incremento del nivel de los mares. Durante los últimos años, el área de hielo de la Antártica ha aumentado en más del 8 %. Los modelos informáticos del IPCC no lo justifican. Todo esto pone en duda estos modelos.

 

5. Datos antiguos.

 

El nombre “Groenlandia” significa “tierra verde”; por tanto, es probable que tuviese bosques cuando sus habitantes le pusieron el nombre. Hay documentos del siglo 10 que indican que Groenlandia e Islandia construían barcos con la madera de sus bosques; actualmente, no tienen bosques. Existen documentos de contratos de compraventa de viñedos y olivares en la Andorra del siglo 11; actualmente no pueden existir estos cultivos. El período entre el año 700 y el 1300 es conocido como el período cálido medieval. Los modelos informáticos del IPCC que pronostican aumento de temperatura por causas humanas no justifican las épocas de temperaturas altas o bajas; esto pone en duda la validez de estos modelos.

 

6. Actividad volcánica.

 

Las nubes de humos y polvo de la actividad volcánica disminuyen la temperatura de la Tierra. En un período como el actual con baja actividad volcánica, forzosamente debe haber mayor temperatura que en períodos con alta actividad volcánica; esto pone en duda las conclusiones del IPCC.

 

7. Henrik Svensmark.

 

Este científico ha estudiado el período de 1980 a 2005 y ha demostrado que cuando la cantidad de rayos cósmicos ha sido pequeña, la nubosidad ha sido pequeña (porque estos rayos facilitan la aglomeración de moléculas de vapor de agua); y que cuando aquella ha sido grande, ésta ha sido grande.

 

Por otra parte, se sabe que cuando la nubosidad ha sido pequeña, el clima ha sido más cálido (porque más radiación solar llega a la superficie de la Tierra); y cuando aquella ha sido grande, éste ha sido más frío.

 

Todo ello, independientemente de la proporción de dióxido de carbono en el aire. Esto pone en duda las conclusiones del IPCC.

 

8. Que lo paguen los ricos.

 

Si es aceptable que un país rico ayude a un país pobre, también debe ser aceptable que nuestra generación traspase el coste de las soluciones ambientales a las generaciones futuras que serán mucho más ricas y que tendrán tecnologías que no sospechamos. Un incremento anual del 2 % de poder adquisitivo da en 90 años un incremento de:

(1 + 0,02)90 = 5,94

Es decir, que con dicho 2 %, en dentro de 90 años nuestros descendientes serán 5,94 veces más ricos que nosotros. Es fácil rehacer el cálculo con los datos que se desee.

 

9. Críticas al IPCC.

 

Vincent Gray ha escrito en inglés:

www.tech-know.eu/uploads/Spinning_the_Climate.pdf

Estimo a ojo que el 99 % del las personas (comprendidas en el 2 % de la población que haya obtenido mayor calificación en una prueba psicotécnica de las llamadas de inteligencia) que lean el anterior fichero pensarán que no se debe hacer caso al IPCC.

 

Alternativamente, se puede ir a:

www.libertaddigital.com

y entrar:

IPCC

en el buscador de arriba a la derecha de la pantalla. Incluso se pueden encontrar las últimas noticias.

 

10. Conclusiones.

 

Ya no tengo dudas. Los informes del IPCC no deben tenerse en cuenta. Los países que tengan en cuenta estos informes serán innecesariamente más pobres.

 

A pesar de tener a mi disposición el diccionario de Julio Casares con sus famosas listas de sinónimos, no emplearé adjetivos calificativos (para los defensores de los informes del IPCC) como los que los críticos teatrales nos tienen acostumbrados cuando no les ha gustado la obra que han visto representar.

 

 

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