Evitación de tomas de decisión

 

 

          Cada día hay que tomar decisiones. Algunas suelen ser fáciles; por ejemplo: ¿me pongo los zapatos negros o los marrones? Otras suelen ser difíciles; por ejemplo: ¿acepto ir a trabajar a Nueva Zelanda indefinidamente con un salario mucho mayor? El presente escrito está más bien enfocado al ámbito empresarial de la toma de decisiones. No está redactado con ánimo de divulgar cómo puede evitarse tomar una decisión, sino para que se esté preparado para reconocer cuando alguien del entorno está tratando de evitar una toma de decisión. Veamos 7 métodos para no tomar decisiones cuando un solicitante nos las pide, aunque claro está que por lo menos hay que tomar la decisión de cuál método emplear.

 

          1. Método de la comisión. Es el método más conocido: nombrar una comisión para retardar el instante de la toma de decisión; para ello, conviene que la comisión esté formada por personas que individualmente prefieran no hacer nada y colectivamente se reúnan para decidir que no hay que hacer nada. La probabilidad de que la comisión no decida nada es proporcional al número de miembros de la comisión.

 

            2. Método de la cólera. Se llama también “método del pataleo”. Al ser solicitado a tomar una decisión, debe adoptarse la conducta de un niño de tres años malcriado, insultar a quien le solicita tomar la decisión y ponerse al borde de la apoplegía. El solicitante suele huir inmediatamente, sorprendido y avergonzado.

 

          3. Método del miedo. Se llama también “método del no sabes donde te metes”. Se trata de convencer, en un tono muy confidencial, al inoportuno de que está metiendo la pata con su petición, que no ha entendido nada de lo que quiere el jefazo y que se está jugando su carrera al pedir la toma de decisión.

 

          4. Método de la clarificación. Se llama también “método de más detalles, por favor”. Consiste en pedir al solicitante de la toma de decisión que busque más datos sobre las ventajas, las desventajas, la naturaleza y todas las posibles consecuencias de cada opción. Como mínimo, se retarda el instante de la toma de decisión. En el mejor de los casos, el solicitante abandonará la búsqueda, abrumado por la gran cantidad de datos. Por tanto, este método es recomendable cuando hay muchos datos.

 

          5. Método del argot. Es un método especialmente adecuado para quien domina el argot de las empresas de consultoría. Para confundir al solicitante puede bastar decirle: “¿Ha pensado que lo que me pide podría ir en contra de la cultura de la empresa, favorable a la reingeniería de procesos y a la desestratificación de funciones de la estructura?

 

          6. Método de la negación. Consiste simplemente en negarse a tomar la decisión que le piden o en retrasarla indefinidamente.

 

          7. Método de la devolución. Se llama también “método del ése es su problema, joven”. Consiste en trasladar al solicitante la responsabilidad de la toma de decisión. Se trata de hacerle sentir al solicitante como una persona egoísta, pesada y sin iniciativa.

 

 

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