Evitación de tomas de
decisión
Cada día hay que tomar decisiones.
Algunas suelen ser fáciles; por ejemplo: ¿me pongo los zapatos negros o los
marrones? Otras suelen ser difíciles; por ejemplo: ¿acepto ir a trabajar a
Nueva Zelanda indefinidamente con un salario mucho
mayor? El presente escrito está más bien enfocado al ámbito
empresarial de la toma de decisiones. No está redactado con ánimo de
divulgar cómo puede evitarse tomar una decisión, sino para que se esté preparado para reconocer cuando
alguien
1. Método de la comisión. Es el método
más conocido: nombrar una comisión para retardar el instante de la toma de
decisión; para ello, conviene que la comisión esté formada por personas que
individualmente prefieran no hacer nada y colectivamente se reúnan para decidir
que no hay que hacer nada. La probabilidad de que la comisión no decida nada es
proporcional al número de miembros de la comisión.
2. Método de la cólera. Se llama
también “método del pataleo”. Al ser solicitado a tomar una decisión, debe
adoptarse la conducta de un niño de tres años malcriado, insultar a quien le
solicita tomar la decisión y ponerse al borde de la apoplegía. El solicitante
suele huir inmediatamente, sorprendido y avergonzado.
3. Método del miedo. Se llama también
“método del no sabes donde te metes”. Se trata de convencer, en un tono muy
confidencial, al inoportuno de que está metiendo la pata con su petición, que
no ha entendido nada de lo que quiere el jefazo y que se está jugando su
carrera al pedir la toma de decisión.
4. Método de la clarificación. Se
llama también “método de más detalles, por favor”. Consiste en pedir al
solicitante de la toma de decisión que busque más datos sobre las ventajas, las
desventajas, la naturaleza y todas las posibles consecuencias de cada opción.
Como mínimo, se retarda el instante de la toma de decisión. En el mejor de los
casos, el solicitante abandonará la búsqueda, abrumado por la gran cantidad de
datos. Por tanto, este método es recomendable cuando hay muchos datos.
5. Método del argot. Es un método especialmente
adecuado para quien domina el argot de las empresas de consultoría. Para
confundir al solicitante puede bastar decirle: “¿Ha pensado que lo que me pide
podría ir en contra de la cultura de la empresa, favorable a la reingeniería de
procesos y a la desestratificación de funciones de la estructura?
6. Método de la negación. Consiste
simplemente en negarse a tomar la decisión que le piden o en retrasarla
indefinidamente.
7. Método de la devolución. Se llama también “método del ése es su problema, joven”. Consiste en trasladar al solicitante la responsabilidad de la toma de decisión. Se trata de hacerle sentir al solicitante como una persona egoísta, pesada y sin iniciativa.